“El fondo de prensa lo consideramos de gran valor porque allí encontramos la vida cotidiana de la ciudad. Tenemos otros fondos buenos, pero estos abarcan, en gran parte, la atención de los estudiantes e investigadores que nos visitan”, asegura el funcionario, mientras estira sus manos para retomar su labor.

Es precisamente esa posibilidad de asomarse al pasado de Barranquilla, relatado por los diferentes diarios impresos que existieron en la ciudad, lo que hace que César Ariza Pérez, abogado y estudiante contaduría, visite el archivo cada mes para leer las crónicas rojas y notas de prensa de los temas judiciales que fueron noticia en la ciudad y el país.

“Conocer la historia de Colombia es una pasión para mí y en Archivo puedo consultar sucesos como el asesinato de Galán contado por diferentes medios. La posibilidad de revisar las páginas en las que se muestra gráficamente cómo era la vida de Barranquilla en los años 50 y 60 no la tengo en ningún otro lugar”, cuenta el joven, mientras devora las páginas amarillentas de una edición del diario El Heraldo de 1980.

Elkin Núñez es enfático al afirmar que el Archivo Histórico del Atlántico es la única institución que está salvaguardando la historia de Barranquilla y el pasado de sus habitantes. “Estamos conservando los procesos documentales que han pasado de generación en generación. Es otra forma de vivir la historia, una forma de ver qué fue lo que sucedió en la ciudad y su cotidianidad”, señala el funcionario.

El Archivo conserva, además, la caja fuerte de la tesorería, que también tiene su propia historia. Su documentación más antigua data de 1760, identificada como insertos de trabajos de tierra del municipio de Piojó que contienen información histórica, notarial y de terraje. Y sus archivos más nuevos son los diarios impresos que llegan cada mañana.